El primer día

No sé por dónde empezar, me han llamado la atención muchas cosas, y mi impresión general ha sido de un colegio estancado, que no ha evolucionado. Estoy en un aula de segundo en valenciano. Me ha dicho la tutora que los niños van bastante bien y que los libros se quedan cortos, emplean fichas adicionales. La mayoría son valencianos y dominan el idioma, menos dos niños ecuatorianos y uno de padres argentinos. La tutora dijo que la clase de castellano de segundo va más floja porque tiene más inmigrantes y les cuesta más aprender el castellano.  Me dijo que su grupo es un grupo movido, pero muy cariñoso.
Quizás porque he tenido la suerte de haber hecho prácticas en Nueva York en aulas en que se mostraba realmente toda la teoría que aprendíamos, y también por el hecho de poder hacer sustituciones en el colegio americano aqui en Puzol, se lo que es una aula donde la enseñanza está totalmente centrada en el niño (child centered classroom) al contrario de una aula centrada en el maestro (teacher centered classroom). Esta aula está organizada de tal forma que beneficia al maestro, no a los niños. El escritorio del maestro está delante y los alumnos están en filas en escritorios individuales, un modelo tradicional. Algunos niños están en filas solos, y otros en filas de dos en dos. Cada clase consiste en abrir el libro correspondiente a la asignatura, bien sea lengua, matemáticas, etc. y enseñar la lección directamente del libro. A veces hay una asignatura tras otra en su aula, así que los niños pueden estar sentados sin moverse de sus escritorios durante dos horas.  No tienen donde guardar o colgar sus mochilas y abrigos; están entre los escritorios y dan un aspecto de desorden. La clase está poca decorada. La tutora tiene problemas en mantener la atención de los niños y pienso que es por la falta de movimiento de los niños en el aula; hasta me entró a mi sueño por la tarde oyendo la clase de coneixment del medi. Realmente no sé qué puedo aprender de estas prácticas, porque lo único que veo es una enseñanza tradicional y aburrida.
Cuando estudié magisterio en la Universidad de Nueva York, ellos cuidaban que fuéramos a colegios donde se enseñaba y se ponía en práctica las nuevas metodologías que estábamos aprendiendo. No entiendo por qué la Universidad de Valencia no cuida más de tener esto en cuenta.